lunes, 9 de diciembre de 2013

The Times New Roman huele a azaleas...


Bueno, bueno, bueno, no sabéis lo que me ha pasado anoche. Serían las 2 am. Estaba yo en mi despachito de la planta baja con mi vieja Olivetti negra acabando un artículo para el periódico local en el que colaboro - "The Times New Roman" - cuando empiezo a oir unos ruidos extraños provenientes de la cocina. Me empiezo a acongojar un poquito y claro, voy para allá mientras voy diciendo "¿hola?" y sin encender las luces, no vaya a ser que moleste a un psicópata o algo. Oye, menudo susto, estaba parada en la isla de la cocina oteando con la cabeza y no sé qué pasó corriendo que pegué un grito que se escuchó en Massachusetts y ya me ves al pobre Jake corriendo esfoguetado y yo ahí parada con mi camiseta de los New York Yankees 5 tallas más grandes (pero como estilizan las rayas verticales) mítica del maromo de 1'90 del que no puedes deshacerte aunque siempre te hace sufrir y que no le vas a devolver ni vas a lavar porque todavía huele a "One Million" de Paco Rabanne, y los calcetines de lana que me hizo mi abuela y que tengo que acordarme de llevar a la aldea porque puedo flipar del frío, menudas pintiñas...Pues nada, estaba la cocina hecha un cristo y por el suelo las galletas de jengibre que había hecho; se ve que fue mapache que se había colado por la puertita que hay para el perro que no tengo (y me reía de cuando se me coló el murciélago en verano) y menos mal que Jake estaba ahí y me tranquilizó, me dijo que me tomase un menta poleo calentito y que fuese a dormir tranquila, que estaría toda la noche vigilando, que no me preocupase, que doblaría turno...¡Qué cielo! Dormí como una bendita y hoy por la mañana, bueno, ¿no va y me trae unos churros por la escaramuza con las galletas? Vamos, imaginaros mi cara de alucine, ¿cómo sabrá que me gustan? No sabía yo que los vendían en Starbucks...Obviamente lo invité a desayunar pero esta vez en una taza de verdad, de las que se pueden meter en el micro, y mientras me comentaba que el bicho se había cargado mis azaleas pero que si quería un día me ayudaba a arreglar el jardín del backyard que su madre ganó algún concurso regional o no sé que rollo, y bueno, a ver, aunque a esos ojitos escintilantes no se les puede negar nada...Y así, que no ha debido ir a mi instituto porque he estado mirando en los anuarios y nada, no lo ubico, ya le preguntaré porque yo a este tipo lo conozco de otra película o algo...Un show...Bueno, marcho que teño que marchar. Besis

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